Sobre San Benito y su regla


 

La Regla de San Benito, patrón de los archiveros, de Europa y del pueblo pacense de Cabeza la Vaca, es también conocida como la regla benedictina, es un conjunto de preceptos monásticos escritos por Benito de Nursia, San Benito Abad, a principios del siglo VI, destinados a guiar la vida de los monjes. Este compendio de normas fue redactado alrededor del año 516 para regular la vida comunal bajo la autoridad de un abad.

El espíritu de la Regla de San Benito se encapsula en el lema de la Confederación Benedictina: "pax" (paz) y el tradicional "ora et labora" (ora y trabaja). 

Comparada con otras reglas monásticas, la de San Benito ofrece un enfoque moderado entre el fervor individual y el formalismo institucional. Esta moderación contribuyó significativamente a su popularidad. 

Benito de Nursia, al redactar esta regla, se centró en las necesidades de los monjes dentro de una comunidad, buscando establecer orden, fomentar la interrelación humana y proporcionar un liderazgo espiritual que apoyara tanto el esfuerzo ascético individual como el crecimiento espiritual, fundamental para alcanzar la theosis o divinización.

La Regla de San Benito ha sido utilizada por los monjes benedictinos durante 15 siglos. Por esta razón, San Benito es a menudo considerado como el fundador del monasticismo occidental, debido a la influencia reformista de sus normas en la jerarquía católica contemporánea. 

A pesar de su influencia, no existe evidencia de que Benito tuviera la intención de fundar una orden religiosa en el sentido moderno. 

No fue sino hasta la Baja Edad Media cuando se empieza a hablar de una "Orden de San Benito". La Regla fue concebida para comunidades individuales y autónomas. Hasta hoy día, todas las casas benedictinas y las congregaciones permanecen auto-gobernadas. 

La autonomía benedictina ha permitido desarrollar comunidades contemplativas estrechamente unidas, aunque también ha generado ciertos problemas tales como el aislamiento geográfico y una posible falta de eficiencia y movilidad en el servicio a los demás.

En la historia del monacato cristiano, la primera comunidad monástica fue fundada por San Pacomio en el desierto egipcio. 

A partir de estas primeras experiencias, Benito de Nursia, desilusionado por la inmoralidad de la sociedad romana, eligió la vida monástica en busca de santidad, primero como ermitaño en Subiaco y posteriormente fundando el monasterio de Monte Cassino en 529, donde escribió su Regla. 

Esta regla, influenciada por las enseñanzas de San Basilio, San Agustín y otros, se convirtió en un documento central para la vida monástica occidental.

La Regla de San Benito consta de 73 capítulos que detallan la organización de la vida monástica, desde la jerarquía y los deberes de los monjes, hasta la regulación del trabajo, la oración y la disciplina. Por ejemplo, establece la autoridad del abad y prescribe la obediencia absoluta a sus directrices, pero también promueve la consulta con la comunidad para asuntos importantes. 

Los capítulos 8 al 19 regulan el oficio divino y los horarios de las oraciones, mientras que otros capítulos abordan aspectos prácticos como la alimentación, la vestimenta y la hospitalidad.

Con el tiempo, la Regla de San Benito fue adoptada por la mayoría de los monasterios fundados en la Edad Media. 

Sin embargo, en el siglo XII, la Orden del Císter, liderada por Roberto de Molesmes, surgió como una reforma de los monasterios benedictinos, volviendo a una interpretación más estricta de la regla original de San Benito, reflejada en la "Carta de la Caridad".

Las ediciones de la Regla de San Benito han variado a lo largo de los siglos. 

  • En el siglo XIX, una versión comentada se incluyó en la Patrología Latina. 
  • En el siglo XX, 
    • el Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum publicó una edición crítica de la Regla 
    • y Adalbert de Vogüé realizó una extensa revisión que fue acogida por Sources Chrétiennes en varios volúmenes. 
Las traducciones de la Regla han sido numerosas, con versiones en diversas lenguas vernáculas desde la Edad Media hasta las ediciones modernas en castellano.

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