Cabeza la Vaca y su entorno son mucho más

 

En Fitur, Feria Internacional de Turis­mo, FITUR 2.023, la presidenta de la Mancomunidad de Tentudía destacó los aspectos sobre los que considera que la zona puede ser atractiva turísticamente, destacó el paisaje y carreteras que hacen al que por ellos pasa volar sin despegar del suelo, seguidamente se expuso un vídeo en el que se destaca la particularidad de Tentudía que hace a quieness la visitan ir más allá, presentándola como un destino para progresar, para vivir experiencias únicas.

Tentudía se presenta como un lugar único en los que hacer amigos porque la comarca es un lugar para compartir.

Tentudía es naturaleza, paisajes, lugares que dejan en el alma experiencias imborrables.

Cerró la presentación el director general de Turismo Francisco Martín Simó que destacó que la Mancomunidad de Tentudía es la única que en sus estatutos, redactados hace unos 25 años, destacó el valor de darle impulso al turismo rural. Presentó a Tentudía como una "joya de Extremadura impresionante". Recordó su paso por Cabeza la Vaca en la Fiesta de la Castaña, además de otras localidades de la comarca. La presentó como "un destino cinco estrellas".

Valores naturales, patrimoniales, gastronómicos a lo que se suma su nueva oferta empresarial.

Todo esto está muy bien, pero..., en realidad Tentudía y Cabeza la Vaca son mucho más. La zona se presenta como un sitio inmejorable para observar el cielo. Desde las ciudades, a las que muchos emigraron, apenas se contemplan las estrellas ocultas entre edificios y polución y/o contaminación lumínica, pero aquí en Cabeza la Vaca y en toda la comarca de Tentudía es un verdadero privilegio poder ver la vía láctea con todas sus constelaciones. 

Deberíamos apostar por dar la oportunidad al visitante de conocer lo que antaño los hombres en el campo conocían como algo natural sin necesidad de leer libro alguno porque el libro que leían era la naturaleza misma. Sabían cuando iba a llover, cuando iba a hacer un verano extremo, cuando iba a hacer viento, de dónde venía el viendo, dónde estaban exactamente los puntos cardinales.... y un sin sin de cosas más observando estrellas, pájaros, las conductas de los animales, las conductas de las hormigas... Hoy día, apenas sabemos nada, estamos pendientes de la televisión, del tiempo, de lo que nos quieran decir, cuando en nosotros mismos está o estaba la sabiduría que hacía innecesarios los telediarios y los hombres del tiempo, los habitantes de los distintos pueblos eran ellos mismos hombres del tiempo, como una tarea más, como un saber más, de su gran acervo cultural sin pasar por universidad alguna.

Hay que volver a nuestros ancestros porque necesitamos rescatar nuestra esencia. Saber el valor de las cosas para no ver lo que valían solo cuando las perdemos. Pero también puede obtenerse rentabilidad de estas enseñanzas, el turismo agro, el agroturismo, aporta una simbiosis que se establece entre los habitantes de los pueblos y los visitantes de la ciudad, unos aportan sus saberes y otros inyectan valor económico a la zona.

La Junta de Extremadura hizo un vídeo que desde esta tribuna recomendamos: 
 

La zona de Cabeza la Vaca, la misma región, la Comarca de Tentudía, mantiene intacto su paisaje estelar. A su belleza paisajística se une el poseer extraordinarias condiciones naturales que permiten ver el cielo limpio y estrellado. 

Cabeza la Vaca podía procurar el certificado de destino turístico Starlight.

Se habla mucho de la gastronomía de Extremadura, de Badajoz, de la Comarca de Tentudía, de Cabeza la Vaca, pero debemos detenernos más aún en contemplar y amar a los animales vivos, en el campo, que es donde tienen que estar y no sirviendo para divertimento e incluso para saciar el sadismo de algunos. Hay que poner en valor la riqueza natural y animal, las especies que habitan nuestros montes e incluso nuestros pueblos. Hay que protegerlos, valorarlos, amarlos. Estaría bien invertir en su protección y no en su destrucción.

 

Extremadura, Tentudía, Cabeza la Vaca ofrecen la posibilidad de disfrutar de experiencias con sabor, de productos de primera calidad, pero hay que apostar por el alimento verde. El campo ofrece una posibilidad única para la recolección de setas, para el estudio de su tipología y para rentabilizar este tipo de producción como algo pionero que puede dar mucho de sí.

Experiencias gastronómicas que se dan la mano con el disfrute familiar y con el disfute de la naturaleza y del patrimonio histórico y cultural en general. Puede hacerse turismo minero, micológico, de observación de las aves que pueblan nuestro cielo, visitas a cuevas, actividades en la naturaleza sin que esta se vea perjudicada y esto último es en extremo importante porque no podemos promocionar algo a riesgo de perderlo. Observar aves y estrellas es mucho mejor que dar muerte a seres inocentes para que un solo tipo se lucre con cacerías, por ejemplo. 

Hay que estar abiertos a propuestas refrescantes, culturales, pero cultura de la buena, de la que se hace en los archivos, no en la mente de quien se pone a inventar historietas cuando está aburrid@.

Hay que apostar los museos, agromuseos, centros de interpretación, por jornadas y conferencias que pongan en valor la zoan, que den a conocer a la gente su identidad y su unicidad, el por qué son como son y cómo han llegado a ser lo que son.

Otro recurso que hay que potenciar es el turismo con familia no humana. Se pueden hacer rutas de senderismo en compañía de nuestros animales de compañía, de nuestra familia no humana, eso humaniza al humano, no al revés. Hay que velar porque haya zonas de baño y lugares de hospedaje que cuenten con la posibilidad de admitir a nuestros familiares no humanos. Esto humaniza al hombre pero también evita abandonos, algunos impresentables, por unas vacaciones de una semana abandonan a sus animales a su suerte, que es ninguna, porque el mundo está hecho egoistamente para el hombre. Los parajes naturales se disfrutan mucho mejor en compañía de ellos, de nuestra familia no humana. Los animales constantemente están enseñando al humano y dándole ejemplos a seguir.

El turismo agro ofrece experiencias increíbles, que permiten el fomento de la vida en familia, es importante que los niños desde pequeños conozcan para que después amen, la naturaleza, su tierra, su idiosincrasia, su historia, su etnografía, su ser en el mundo, el mundo mismo y a sí mismos y a los demás.

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