Extremadura territorio propicio para las renovables


 

Extremadura es un territorio propicio para las renovables. El auge de las energías renovables en España está generando un cambio significativo en el mapa industrial del país, particularmente en la llamada "España vaciada". Existen pueblos que solo se llenan en las fiestas y durante el resto del año no ves más que carteles de "se vende".

Tradicionalmente, los grandes centros industriales (Barcelona, Bilbao, Valencia o Asturias) se desarrollaron en función de la ubicación de materias primas como el carbón o el petróleo y la proximidad a puertos. En la actualidad, la proliferación de energías renovables, principalmente paneles solares y aerogeneradores, se está concentrando en regiones menos pobladas, sugiriendo un potencial cambio hacia un reparto más equilibrado de la riqueza y una redistribución de influencias.

José Bayón, director general de la Escuela de Organización Industrial (EOI), señala que España se encuentra ante una oportunidad sin precedentes para el desarrollo industrial, impulsada por la revolución tecnológica, digital y sostenible, así como por la creciente necesidad de autonomía estratégica en sectores clave como los datos, la inteligencia artificial, los semiconductores y las baterías eléctricas.


 

Extremadura se destaca como un territorio propicio para la implantación de energías renovables, especialmente solar y fotovoltaica, debido a sus condiciones climáticas y extensos terrenos. Según datos de Red Eléctrica Española, Extremadura posee una capacidad instalada de 11.696 MW, de los cuales el 82,7% proviene de fuentes renovables, destacándose como la tercera región en términos de porcentaje de energía renovable.

Sorprendentemente, Extremadura consume solo una sexta parte de la electricidad que genera, lo que la convierte en una fuente de energía potencial para nuevas iniciativas. Los anuncios de inversiones en estas regiones están comenzando a materializarse, como los 15.700 millones de euros prometidos por Amazon para centros de datos en Aragón, o la instalación de fábricas de baterías y diamantes en Extremadura. Estas inversiones se concentran en comunidades que han experimentado un notable incremento en su capacidad de producción de energía renovable en las últimas dos décadas.

Las comunidades que han estado a la vanguardia de la adopción de energías renovables se beneficiarán del proceso de reindustrialización, aunque también se advierte que los antiguos líderes industriales no deben dormirse en los laureles.

La elección de la ubicación para nuevas industrias depende de varios factores, siendo el costo de la energía uno de los más cruciales para la industria digital. La concentración de energías renovables en ciertas regiones puede resultar en precios de electricidad más bajos para los consumidores y ventajas específicas para las industrias que puedan aprovechar el autoconsumo. Los contratos de compra-venta de energía (PPA) físicos pueden ofrecer precios de energía más estables y predecibles, especialmente para empresas localizadas cerca de parques generadores.

Además, los centros de datos buscan energía renovable abundante y barata, aunque esto puede verse limitado por la capacidad de la red eléctrica, como es el caso en Madrid. Otro factor clave es la agilidad en los trámites administrativos de las regiones, lo cual puede ser determinante para la atracción de nuevas inversiones industriales.

En resumen, el despliegue de energías renovables está configurando un nuevo escenario industrial en España, presentando oportunidades y desafíos tanto para las regiones emergentes como para los tradicionales centros industriales del país.

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